Optimiza la eficiencia energética del sistema mediante algoritmos de IA, por lo que requiere solo unos pocos sensores.
Disminuye el coeficiente PUE en un 8 % a un 15 % y reduce las emisiones de carbono de los centros de datos.
Integra la inferencia con IA a las especificaciones de O&M para cumplir los requisitos de los SLA.